Uno de cada cinco españoles no utiliza Internet

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Allá por 2006, casi la mitad de los españoles no utilizaba Internet, en una época en la que Facebook o las búsquedas de Google no estaban tan arraigadas en la sociedad. Sin embargo, diez años después, y a pesar del boom que ha supuesto el social media durante el último lustro, uno de cada cinco españoles todavía continúa ajeno a eso de Internet. El Instituto de Estudios Económicos de Madrid ha realizado un estudio a nivel europeo en el que determina cuantas personas de cada país continúan sin asomarse a la red.

Internet: gente que no “likea”

 

El último informe del Instituto de Estudios Económicos de Madrid, basándose en datos de 2015, ha determinado el porcentaje de población de cada uno de los países de la Unión Europea en función de su uso de Internet. De entre todos ellos, España acumula un 19% de la población total que no utiliza Internet. De este resultado, se ha descubierto que un 49% comprende la franja de edad entre 55 y 74 años, mientras que tan sólo un 2% de los españoles entre 16 y 29 años no consume Internet. Una cifra que disminuye considerablemente ese 46% de población ajena al cibermundo en 2006. Y aún así, nos sigue pareciendo una cantidad abultada.

Entre los países más habituados a usar Internet encontramos Finlandia y Suecia (5%), Países Bajos (4%), Dinamarca (3%) y, especialmente, Luxemurgo, el país más adaptado a la red con apenas un 2% de población ajeno a las búsquedas de Google o las redes sociales.

La otra cara de la moneda confirma que hay varios países en los que el porcentaje es mayor que el de España, especialmente aquellos de Europa del Este como Bulgaria (35%) o Rumanía (32%), mientras otros Como Grecia (30%) o Portugal e Italia (28%) se convierten en los siguientes de la lista.

Una realidad que nos parece casi inconcebible en un tiempo en el que prácticamente toda nuestra vida está adaptada a Internet: desde la organización de viajes hasta la consulta de cuentas bancarias, pasando por un ocio totalmente reinventado gracias a las nuevas tecnologías.

Sin embargo, y especialmente en lo que atañe a las personas más mayores, muchos aún se niegan a consultar sus facturas por Internet, apenas saben qué es un “like” o un “tweet” y siguen yendo a la librería del pueblo a comprarse un libro en vez de recurrir a Amazon.

Y lo peor de todo es que, en el fondo, quizás les envidiemos por mantener unas costumbres que quizás nosotros olvidamos hace mucho tiempo. Otros se compadecerán, por supuesto.