La digitalización de facturas será obligatoria en 2015
Con los avances actuales de la era digital, cada vez son más los servicios que se efectúan de forma electrónica. Uno de ellos es la digitalización de facturas, que ayuda a particulares y empresas a estructurar de forma limpia y ordenada todas aquellas facturas que emiten o reciben.
Las facturas digitales facilitan la gestión de las pymes y trabajadores autónomos, evitando muchos de los problemas que se producen al tener que guardar durante largo tiempo las facturas de autónomos, tales como pérdidas o roturas.
Por ahora, las empresas pueden hacer uso de este servicio si así lo desean. La tendencia, de acuerdo con los datos de Facturación Electrónica en España del informe SERES, es que, año tras año, aumenta la adopción de este servicio por parte de las empresas y autónomos.
Pero no solo se trata de facturas de autónomos, sino de que la propia Administración Pública (ya sea local, autonómica o estatal) ha marcado el día 15 de enero de 2015 como fecha en la que será obligatorio enviar y recibir las e-facturas con los organismos públicos.
La ley de impulso de factura electrónica obliga, a partir de esa fecha, a expedir y remitir factura electrónica a todos los proveedores de la Administración Publica, ya sea por prestación de servicios o por entrega de bienes.
¿Cómo se gestionan las facturas digitales?
Con la entrada en vigor de esta normativa, empresas y autónomos tendrán que adaptarse a la gestión de e-facturas. Así, las herramientas para la gestión de facturas digitales serán necesarias para la digitalización, lo cual supone un cambio sin vuelta atrás en el proceso de entrega de documentación entre administraciones y empresas.
Empresas especializadas en el sector de la digitalización como Readsoft, desarrollador de software para la gestión y automatización para SAP, recalcan los beneficios de contar con este tipo de herramientas para las empresas: “automatizar los procesos documentales permite mejorar la visibilidad y el control, así como ahorrar tiempo, trabajo y recursos”.
Así, la digitalización de facturas supone ventajas para las empresas, al mejorar los plazos de cobro, reducir los costes en consumibles, favorecer la gestión administrativa y, por supuesto, una mayor comodidad de almacenamiento.
No sólo eso, la adaptación a la digitalización de los procesos documentales tiene también una importante faceta ecológica y sostenible. Y es que es destacable el ahorro en papel que supone este tipo de medidas, pues, durante el pasado año, el conjunto de empresas europeas generó un total de 840 millones de facturas electrónicas.