¿Cuál es el futuro del redactor freelance?
Desde la explosión del social media en 2014, la tarea del redactor freelance (o copywriter) ha cambiado ligeramente, aunque quede aún mucho por hacer. Seguro que muchos de vosotros también escribís para otros clientes o empresas y, en ocasiones, os preguntéis cuál es el futuro del redactor freelance. Y las conclusiones no podían ser más optimistas.
Vida y evolución de las letras en Internet
Hasta hace unos pocos años, los redactores freelance que escribían en Internet eran muy pocos y la respuesta de cualquier persona que no conocía estos “empleos del siglo XXI” nos miraba con cara de póker. Sin embargo, en pleno 2016, la gente está cada vez más adaptada a las nuevas tecnologías y, como tal, a emergentes profesiones.
Numerosas empresas han trasladado la publicidad de los formatos físicos a Internet, desplegando sus ofertas, productos y, especialmente, contenidos. Y es ahí donde nosotros, los redactores freelance, entramos en una época en que las tarifas del principio eran más bajas y los contenidos más instantáneos. Un panorama que parece reinventarse cada vez más.
En primer lugar, las empresas potenciarán la segmentación de sus lectores, lo cual se traducirá en contenidos de mayor calidad para captar la atención del usuario, especialmente tras la aparición de herramientas como Stories to Share, una especie de “democratización” del contenido impulsada por Facebook.
A su vez, el contenido instantáneo de 300 palabras dará pie a artículos muchos más extensos, completos y trabajados, influenciados por el movimiento del periodismo slow, esa rama que prioriza en la calidad y profesionalidad del escrito por encima de la redacción express.
De igual manera las tarifas de los redactores aumentarán, tal y como viene sucediendo en los últimos meses, especialmente en lo que se refiere a empresas más consolidadas que apuestan por escritores que les aseguren contenidos frescos y un buen posicionamiento. El post pagado a un 1.50 o 2 euros quedará limitado simplemente a empresas que recién comienzan y aún se disponen a cumplir sus objetivos.
Por último, la autoría del redactor cobrará mayor importancia, incluyendo su firma en los artículos con tal de contribuir a esa red en la que los “ránkings de redactores” estarán a la órden del día como un modo de facilitar y asegurar a los futuros contratantes la mejor elección. La evolución de herramientas como Google Author Rank será mucho más poderosa e influyente en la red.
De esta guisa, podemos estar tranquilos, el social media ha llegado para quedarse y, con él, la profesionalización final de uno de esos muchos (y prometedores) empleos del siglo XXI.