Desventajas de las tecnologías en nuestras relaciones sociales

En 2016, el mundo ya vive tan ligado a Internet o las redes sociales que cuesta trabajo imaginar aquellos años en los que un teléfono fijo o el Snake de nuestro Nokia último modelo simbolizaban el culmen de la modernidad. Una fiebre llena de ventajas y comodidades, pero también algunos puntos flacos. ¿Qué opinas de estas desventajas de las tecnologías en las relaciones sociales?

Menor responsabilidad

Hace unos años, en los tiempos en lo que WhatsApp no existía, llamar por teléfono fijo era el modo más eficaz de concretar una cita. Se acordaba una hora y un lugar sabiendo que debías ir sí o sí, sin demasiadas posibilidades de modificarlo. Hoy día las conversaciones vía WhatsApp están llenas de coletillas como “Al final no puedo. . .”, “Llegaré tarde” y un largo etcétera que restan responsabilidad a las relaciones sociales. Si ya trasladamos esta responsabilidad a las relaciones de pareja, el asunto merecería un post propio.

Superficialidad

Ligar por Tinder y demás apps de ligue se ha convertido en el pan nuestro de cada día, modificando por completo el modo de conocer gente interesante y concretar citas. Una forma útil de buscar el amor pero sometida a una superficialidad que muchas veces no se corresponde con nosotros mismos, refugiados bajo una máscara cibernética en la que creemos sentirnos seguros y controlar mejor a nuestro posibles pretendientes.

¿Y el face to face?

¿Cuantas parejas de amigos, novios o familiares no sucumben al hecho consultar sus smartphones – incluso de un modo casi enfermizo – cuando se citan para tomar un café? Las nuevas tecnologías obstaculizan una comunicación “real” que preferimos sustituir por la virtual, a veces incluso de un modo irrespetuoso.

Malentendidos

Un “me gusta” que nos mosquea, la foto de tu novio con una amiga que no conocías, conversaciones que no llegan a buen puerto por malinterpretar comentarios. . . Las redes sociales o las apps de mensajería se han convertido los mejores aliados a la hora de cotillear, malinterpretar y mantener conversaciones importantes que requieren de nuestra presencia REAL.

Una forma de ocio solitaria

El streaming ha permitido que durante horas podamos estar devorando series o escuchando música sin necesitar a otras personas, por no hablar del tiempo invertido en redes sociales, tutoriales de Youtube y demás formas de ocio cuyas horas de disfrute muchas veces no controlamos, convirtiéndose en una alternativa a quedar con amigos, ver a nuestra pareja o hacer vida en la calle.